Las vacaciones de El señor Wom

Desde que El señor Wom puso en marcha las misiones peligrosas a las que nos enfrentamos sus secuaces día a día, no ha habido un verano convencional para nosotros.

No sabíamos que dedicarse a lo no convencional supusiese una vida no convencional con sus veranos no convencionales.

Durante un tiempo, la época del año no importaba para el descanso. No asociábamos verano con vacaciones, navidad con tiempo en familia, semana santa con playa con chaquetita… Vaya, que no teníamos más que trabajo, trabajo y más trabajo y todas las ganas de dedicación plena para conseguir llegar a donde queríamos estar. Aunque no hubiera demasiado hueco para el descanso, fueron momentos felices, muy felices.

Ahora las cosas han cambiado. Nos hemos hecho grandes. Somos unos cuantos y eso implica comprometerse a organizar el equipo y el tiempo de trabajo y no trabajo. En la oficina, cada uno, hemos vivido un verano distinto, tan distinto como somos cada uno de nosotros. Pero todos hemos podido viajar, llevar la cabeza a otro sitio donde despejar las ideas y el cuerpo a un lugar donde pudiera descansar estirado.

La cuestión, que os queríamos contar que hemos tenido que acortar nuestro verano por un trabajo ilusionante y hemos vuelto con todas las ganas, pero nos hemos puesto a divagar…

En agosto sonó el teléfono y una voz nos dijo: “Wom, habéis sido los elegidos. Hay que ponerse ya a trabajar”. Y es que en septiembre ocurre un evento importante en nuestra tierra y se nos ha ocurrido una manera muy divertida de comunicarlo. El proyecto es una pasada y lo estamos pasando como nadie preparando lo que muy, muy pronto veréis.